Luego de 10 meses de trabajo los investigadores lograron la reproducción
de por lo menos 500 plántulas de la especie, informaron las autoridades del
Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
“En los últimos 10 años no se han tenido reportes de avistamiento de la
Monja Blanca en su estado silvestre y se sabe que existen solo en colecciones
privadas. Entre sus principales amenazas están la depredación de su hábitat por
diversas causas y su comercio ilícito”, indicó Benedicto Lucas, secretario
ejecutivo del Conap.
La primera fase de la investigación dio como resultado la reproducción exitosa
de no menos de 500 plántulas de la especie.
“Vale la pena destacar que las plántulas no tienen ninguna alteración
genética debido a que provienen directamente de la semilla de frutos maduras de
un ejemplar de Monja Blanca que fue premiado por su belleza”, indicó el
consultor a cargo de la investigación Fredy Archila experto en temas del género
orchidaceae.
El proyecto fue financiado a través del Fondo Nacional para la
Conservación de la Naturaleza (Fonacon) con una inversión de Q360 mil.
Como resultado se obtuvieron las plántulas y un libro con información
general de la especie generada a partir de esta investigación.
La Monja Blanca es el símbolo patrio más amenazado. Su distribución
estaba restringida para el arco húmedo norte, desde Chiapas, México a Guatemala
(sin llegar a Izabal). Pero la destrucción del bosque y el saqueo sistemático
eliminaron grandes cantidades de este recurso.
Esta especie se encuentra en pequeñas poblaciones fragmentadas, en
México y Guatemala, principalmente en el área de Las Verapaces, y desde hace
más de una década no existe reporte de monjas blancas dentro de estos
remanentes poblacionales.
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