El platino, el paladio y otros materiales caros y escasos, podrían ser
sustituidos por otros como el níquel, el manganeso o aleaciones de ambos, más
abundantes, para producir energía más verde y barata, si fuera posible aumentar
la eficiencia de éstos últimos según la científica española Eva Pellicer.
Precisamente ése es el campo de investigación de
Pellicer, galardonada en la última edición de las becas L’Oréal-UNESCO que
premian la labor científica de mujeres menores de 40 años, y cuyo trabajo,
según ha explicado a EFEverde, consiste en “preparar materiales nanoporosos
que se puedan utilizar para catalizar reacciones que no se darían de un modo
espontáneo”.
Estos materiales son
“una especie de esponjas de baño, totalmente agujereados, como una especie de
mallas, que tienen una superficie específica muy elevada”, ha añadido Pellicer,
“y si juegas con la composición y arquitectura adecuadas se pueden utilizar
para hacer más favorable y más rápida la reducción de la molécula de agua hacia
hidrógeno gas”.
Por lo tanto, su investigación consiste en diseñar estos
materiales para que “tengan una composición y una estructura adecuadas que favorezcan
esta reacción” y
obtengan hidrógeno “a velocidades razonablemente elevadas y en grandes cantidades”.
Para Pellicer, otro aspecto importante de su trabajo
consiste en suprimir
los metales nobles de la composición de los catalizadores, pese
a que hasta el día de hoy son los más empleados, debido a su escasez y alto
precio: “la idea es reemplazar estos metales por otros elementos más
abundantes y que luego tengan costos de producción bajos”. El platino, el paladio o el oro son “catalizadores estrella de
muchísimas reacciones” pero “queremos reemplazarlos por
materiales más abundantes y baratos para que su producción llegue al mercado en
mejores condiciones”.
Para hacerlo más visual, esta experta utiliza un símil: “podemos compararlo con un cubo
totalmente macizo en el que la reacción sólo puede tener lugar en la
superficie…, pero si lo agujereas como si fuese un queso gruyere, hay mucha más
superficie, la externa y la interna de alrededor de la pared de los poros y
muchos más puntos dónde producir este hidrógeno”.
La filosofía es “disponer
de materiales más baratos y con una superficie muy alta para favorecer la
producción de este hidrógeno”.
De momento, “ya
hemos conseguido producir
hidrógeno en una cantidad y a una velocidad razonables, pero no podemos competir con el
platino y sus aleaciones…, por eso es importante investigar para acercarnos a
la eficiencia del platino”.
Pellicer tiene un doctorado en química, ha trabajado en
diferentes centros nacionales e internacionales y es investigadora Ramón y
Cajal en el departamento de Física de la Universidad Autónoma de Barcelona,
pero considera que “el éxito es muy relativo” y que ha “tenido
mucha suerte porque en este país hay muchísimo talento”.
Aunque esta científica tiene una enfermedad crónica desde
los 16 años, ésta nunca ha supuesto un impedimento para conseguir sus metas.
Por eso en la ciencia hay
que “ser constante”, ya que en la investigación “pasas días y
meses infructuosos, en los que no obtienes resultados que sean relevantes“, aunque cuando “un día lo
consigues, te olvidas de todo lo mal que lo hayas podido pasar antes“. EFEverde
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