Fuente –Revista Muy Interesante
Las ondas electromagnéticas que emiten los
teléfonos móviles (así como todo lo que nos rodea, desde el Sol hasta las
bombillas, pasando por televisores, microondas o aparatos de radio) afectan a
la capacidad de orientación y memorización de las hormigas, según revela un
estudio publicado en la revista Electromagnetic Biology and Medicine.
Aunque lo resultados no tienen por qué ser aplicables a los seres humanos, los
autores del trabajo piensan que se deberían aumentar las precauciones sobre las
emisiones de las antenas.
Científicos de la Universidad Libre de Bruselas
sometieron a las hormigas a ondas con una frecuencia de 900 megahercios
(esto es, ondas de 900 millones de oscilaciones por segundo) y potencia de
dos watios, cantidades inferiores a las de las antenas de un teléfono ordinario.
Después, las atrajeron mediante feromonas a un lugar donde encontraban comida y
comprobaron si después eran capaces de volver al hormiguero llevando a sus
espaldas el alimento, algo que normalmente estos animales realizan sin
dificultad. Encontraron que las hormigas se habían desorientado, supuestamente
por efecto de las ondas electromagnéticas a las que estaban expuestas.
Ante la proliferación de antenas de
teléfonos y de aparatos emisores de ondas que ya son imprescindibles en
nuestras vidas, muchos científicos alertan de los posibles efectos negativos
sobre algunos mecanismos neurológicos. Aunque se están
realizando diversas investigaciones al respecto, resulta difícil probar estas
consecuencias, que además podrían producirse a largo plazo, en humanos, y los
resultados obtenidos en animales no tienen porqué ser aplicables a lo que
sucede en nuestro organismo.
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