Guadalupe Hernández negocios@eldiariodehoy.com
Las empresas centroamericanas han avanzado en las prácticas de
Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Ahora reconocen que no se trata de
entregar cheques de beneficencia ni mucho menos de filantropía. Sin embargo,
aún hay tareas por resolver, pues en algunos casos sigue siendo un concepto
elitista.
Por eso se hace necesario expandir la cobertura, pero también
profundizar la actuación de las empresas socialmente responsables, dijo el
exgerente de RSE y Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), Antonio Vives.
En este compromiso, las grandes corporaciones tienen mayor
responsabilidad, pero las pequeñas deben sumarse al esfuerzo, tal como
coincidieron los panelistas que ayer participaron en Convertirse, la VII
Conferencia Centroamericana de Responsabilidad Social Empresarial, en donde
compartieron sobre las últimas tendencias aplicadas a la temática.
Durante el foro, los expertos afirmaron que la RSE es un concepto que en
los últimos años ha ido evolucionando hasta llegar al modelo actual, basado en
acciones no sólo responsables, sino también sostenibles.
Por ello, hoy día, las empresas están más comprometidas y convencidas,
no sólo de generar impactos positivos en su entorno, sino también duraderos en la
sociedad, dijo Jacobo Kattán, presidente de la Fundación Hondureña de
Responsabilidad Social Empresarial (FundahRSE).
En sintonía con esta visión, Luis Javier Castro, presidente de la
Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED de Costa Rica), expuso que a lo
largo de la historia, el sector privado ha tratado de definir cuál es su rol en
la sociedad y en ese sentido ha implementado diferentes esquemas de
responsabilidad, pasando desde la actividad social de la empresa, la
filantropía hasta el quehacer sostenible.
"De nuevo se está viviendo es esa búsqueda de cuál es el rol del
sector privado en la sociedad. Creo que hemos evolucionado al entender la
importancia de cuán responsable es una empresa en todo lo que hace, pero
también de cuán sostenible es todo lo que hace", reiteró.
Anteriormente la responsabilidad de las empresas era meramente
financiera; ahora la respuesta que se busca es la generación de riqueza para
todos para la generación de mejores condiciones de vida.
Para Carlos Reynaldo Lacayo, de la Unión Nicaragüense para la
Responsabilidad Social Empresarial (UniRSE), estas nuevas tendencias deberían
ser una tarea de todos, desde los individuos, la familias, los medios de
comunicación y los gobiernos.
Para seguir avanzando en el camino de la RSE, Carlos Arias, presidente
del Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial de Guatemala
(CentraRSE), considera que el esfuerzo debe de comenzar al interior de las
empresas, para luego irse expandiendo y multiplicando hacia otras esferas,
incluyendo el sector privado y también el público.
El papel de los gobiernos
Este desarrollo sostenible, en opinión de Elena María de Alfaro,
presidenta de Fundemás en El Salvador, sólo puede ser alcanzado si todos
participan, la población, los empresarios, la academia, las fundaciones,
gremiales, municipalidades y gobierno, entre otros.
Pero ¿qué pueden hacer los gobiernos para facilitar en esta tarea? En
opinión de los empresarios, lo básico es ofrecer una plataforma de reglas
claras y un entorno amigable a las inversiones.
Pero también es importante que las administraciones públicas comiencen a
adoptar los principios de la Norma ISO 26000-RS, una guía que establece líneas
en materia de Responsabilidad Social establecidas por la Organización
Internacional para la Estandarización (ISO por sus siglas en inglés). Fue
aprobada recientemente.
Al respecto, el conferencista Antonio Vives confirmó que el desarrollo
sostenible es un eslabón en el que deben participar el sector público, las
empresas y la sociedad civil. "Ninguno puede hacerlo solo; cada uno debe
aprovechar las ventajas del otro", dijo el ponente.
En el caso de Nicaragua, Lacayo dijo que la RSE ha comenzado a ser una
tarea de todos, tal como lo establece la estrategia 2050 del Consejo Empresarial
Mundial para el Desarrollo Sostenible.
La estrategia global es una hoja de ruta que vendrá a introducir cambios
fundamentales en las estructuras de Gobierno, en las reglas de los negocios, el
comportamiento de las empresas y los ciudadanos. Los temas claves de la visión
2050 son valores y actitudes, economía, agricultura, energía e infraestructura,
entre otros.
En todo este escenario, las alianzas público privadas son clave, ya que
pueden contribuir a obtener una mayor eficiencia en este tipo de programas. Al
respecto, Kattán comentó que en Honduras se están haciendo esfuerzos para
abordar grandes temas transversales en mesas en las que se sientan no sólo los
empresarios, sino también agentes de gobierno y empleados de la sociedad civil.
"La creatividad conjunta genera una cantidad de soluciones que antes se
trabajan en forma individual", explicó.
Luis javier Castro destacó que las alianzas son importantes, en especial
cuando se trata de hacer de la mejor manera la inversión social, porque está
comprobado que todos los proyectos aislados no son sostenibles en el tiempo, y
al final pueden terminar convirtiéndose en una trampa.
El conferencista costarricense aseguró que si todos los sectores de la
sociedad entendieran que se debe trabajar en forma conjunta por el bien común
se tendría una Centroamérica diferente.