Desde
tiempos remotos la tierra ha representado fuente de vida para el hombre,
proveyéndolo de todo cuanto ha necesitado para subsistir. De esta manera el
hombre ha explotado, y continúa haciéndolo, los recursos que le brinda la
naturaleza, sin embargo en las tres últimas décadas se ha hecho evidente la
explotación indiscriminada e inconsciente de los recursos naturales renovables
y no renovables.
En
la actualidad no hay un solo lugar exento de contaminación ambiental; en las
grandes ciudades los asentamientos humanos propician problemas de basura,
insalubridad, contaminación del aire, falta de zonas verdes y consecuentemente
escasez de flora, drenajes en malas condiciones, contaminación del agua, entre
otros factores, y aunque estos problemas de contaminación tienen muchos puntos
en común con los problemas rurales, su origen es diferente ya que en estas
zonas el uso de insecticidas, plaguicidas, fertilizantes, zonas de quema,
contaminación del agua, entre otros problemas, son los que agudizan los
problemas de contaminación y los que a la par exigen una pronta y rápida
solución, que no llegará a menos que se implante un programa urgente de
educación ambiental, que tenga objetivos educativos integrales y
multidisciplinarios, que llegue a toda la población.
Más
allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un
conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su medio ambiente,
con su entorno y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la
importancia de conservar para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida.
En
la escuela se pueden desarrollar actividades para el mantenimiento de la
infraestructura educativa, concienciar a los niños y jóvenes en la importancia
del uso racional y la conservación de los recursos, involucrar a la comunidad
educativa para que participe activamente en actividades ambientales promovidas
por la escuela.
Plantear
un proyecto general, luego un proyecto diario, así como estrategias basadas en
contenidos no es difícil para los alumnos si se les brinda la oportunidad de
hacerlo, lo importante es buscar que el maestro cumpla sus intenciones
educativas a través de lo que el niño construya como conocimiento y que
realmente se obtengan hechos educativos transformadores de actitudes y
conductas con fines útiles en la vida diaria, como en este caso en que los
niños se dan cuenta de un problema de su propia realidad y con base en éste
buscan la reflexión, la creatividad, la construcción de su propio saber, de sus
propias ideas, lo que hace más real lo que el niño vive en la escuela y no lo
aísla de ella.
La
educación ambiental se plantea como objetivo lograr una población
ambientalmente informada, preparada para desarrollar actitudes y habilidades
prácticas que mejoren la calidad de vida. Los seis objetivos fundamentales de
la educación ambiental son:
-
Propiciar la adquisición de conocimientos para la comprensión de la estructura
del ambiente, que susciten comportamientos y actitudes que hagan compatibles la
mejora de las condiciones de vida con el respeto y la conservación del medio
desde un punto de vista de solidaridad global para los que ahora vivimos en la tierra
y para las generaciones futuras.
-
Propiciar la comprensión de las interdependencias económicas, políticas y
ecológicas que posibilite la toma de conciencia de las repercusiones que
nuestras formas de vida tienen en otros ecosistemas y en la vida de las
personas que lo habitan desarrollando el sentido de responsabilidad.
-
Lograr el cambio necesario en las estructuras, en las formas de gestión y en el
análisis de las cuestiones referentes al medio que posibiliten un enfoque
coherente y coordinado de las distintas políticas sectoriales en el ámbito
regional, nacional e internacional.
-
Ayudar a descubrir los valores que subyacen en las acciones que se realizan en
relación con el medio.
-
Orientar v estimular la participación social y la toma de decisiones tanto para
demandar políticas eficaces en la conservación y mejora del medio y de las
comunidades.
-
Introducir en los contextos educativos formales y no formales la educación
ambiental como dimensión curricular en un proceso integrador de las diferentes
disciplinas que permita un análisis crítico del medio en toda su globalidad y
complejidad.
La
educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la
sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo
tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el
resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy
improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que
se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e
intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo
establecido.
A
nivel formal la educación ambiental actúa principalmente en instituciones
educativas y gubernamentales, actuando como eje transversal para que los
egresados y funcionarios de dichas instituciones, aprendan a vincular sus
funciones con la conservación y protección del ambiente.
A
nivel informal, La educación ambiental tiene más radio de acción y puede ser
más poderosa. Desde la comunidad organizada, Ong's y conservacionistas, hasta
los medios de comunicación, todos ellos representan una gama rica de
oportunidades para impartir educación ambiental y así poder llegar a miles de
personas y propiciar y conseguir un cambio de actitud favorable hacia la
conservación de los recursos naturales.
La
clave está en la inserción en el sistema formal de educación oficial
complementándose con la educación informal.
Todo
esto es necesario para crear una conciencia educativa urgente, hoy por hoy no
han tenido los resultados esperados, y esto se debe en mucho a que la educación
que se imparte en las escuelas ha estado aislada, al margen de la sociedad que
la rodea, en vez de incluirla como una parte integral que da vida y forma a los
contenidos escolares. Concebir que lo que se enseña en la escuela es un
aprendizaje aislado es precisamente la causa de que aún no haya una educación
social que formule y lleve a cabo propuestas concretas de cuidado hacia el cada
día más deteriorado ambiente. Si se persiguen objetivos donde los niños, los
maestros y la comunidad en general trabajen, con el apoyo de campañas visuales
y programas en los medios masivos de comunicación, entonces la educación social
con respecto al cuidado del ambiente podría estar cerca de lograrse.
En
definitiva, la educación ambiental es un proceso integral, sistemático y
permanente de información, formación y capacitación formal, no formal e
informal, basado en el respeto a todas las formas de vida, por el que las
personas, individual y colectivamente, toman conciencia y se responsabilizan
del ambiente y sus recursos, mediante la adquisición de conocimientos,
aptitudes, actitudes, valores y motivaciones que le facilitan comprender las
complejas interrelaciones de los aspectos ecológicos, económicos, sociales,
políticos, culturales éticos y estéticos que intervienen en el ambiente.
La
educación ambiental en Argentina está poco más que en pañales, pese a los
esfuerzos y los planes oficiales que se están tratando de implementar, tanto en
el Ministerio de Educación de la Nación como en los organismos equivalentes de
las provincias, debido a: La falta de conexión entre las medidas individuales
que se implementan y la problemática social, el carácter temporal de las
acciones propuestas (no conducen a la formación de hábitos), no se permite
desarrollar la creatividad de los sujetos, ya que no hay continuidad entre el
contenido que se transmite y las concepciones y representaciones de los sujetos
y para finalizar, la falta de la información sobre los problemas locales en
conjunción con la problemática nacional. La asistencia oficial es escasa o
prácticamente nula. Esto se debe, principalmente, a la precaria importancia que
frecuentemente se da a la educación, tanto desde el estado como otros sectores
de la sociedad, se traduce como una contracción del sistema educativo público,
como efecto de un presupuesto bajo y la ausencia de un debate acerca de la
calidad y beneficios de la educación impartida.
Para
encontrar una vida en armonía con el ambiente, lo primero que debe realizarse
es obtener una población consciente de su pertenencia al todo que lo rodea. Se
debe educar a las personas desde la infancia para que aprendan el cuidado
necesario para no malgastar los recursos del planeta, para no ensuciar su
entorno y para convivir con su vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario