Parecen
lo mismo pero no lo son. El vidrio y el cristal son materiales diferentes y
eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de reciclar. ¿Los dos pueden ir al mismo
contenedor? La respuesta es no. Para no entorpecer el proceso de reciclaje
debemos tener muy en cuenta las diferencias que existen entre ambos materiales,
ya que el vidrio es reciclable y el cristal no.
Debido
a su composición diferente, no se pueden fundir en los mismos hornos, por lo
que necesitan una temperatura diferente. El término cristal es utilizado
muy frecuentemente como sinónimo de vidrio, aunque es incorrecto en el
ámbito científico. El vidrio es un material cerámico inorgánico, duro, frágil,
transparente y amorfo. Está compuesto de arena de sílice, carbonato de socio y
caliza y se obtiene por fusión de estos elementos a unos 1.500° C. Por otra
parte, el cristal contiene óxido de plomo, que le otorga ciertas
características peculiares como el sonido y el brillo.
Las
copas y los vasos son de cristal, al igual que la mayoría de platos, ceniceros
u otros similares; por tanto, no se pueden mezclas estos dos productos ya que
esto dificulta enormemente la tarea de reciclaje. Éstos tienen óxido de plomo,
que no se puede fundir en los mismos hornos donde se producen los envases de
vidrio, ya que necesitan una temperatura diferente.
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