Las ciudades, cada
vez más pobladas, necesitan árboles para mejorar el medio ambiente, la economía
y la salud de sus habitantes
Más de la mitad de la
población mundial vive en ciudades, y para 2030, esta proporción aumentará al
60% según la ONU. Para mejorar su sostenibilidad y la calidad de vida de sus
habitantes, los árboles son una de las mejores estrategias, gracias a sus ventajas
para el medio ambiente, la economía y la salud. Este artículo señala seis
razones para poseer y reclamar más árboles en las ciudades.
1.
Disminuyen la contaminación y mejoran la salud de los ciudadanos: Los árboles,
además de mejorar la calidad del aire con su aporte de oxígeno y humedad,
reducen la contaminación urbana: atrapan y eliminan todo tipo de partículas
nocivas en suspensión. Las especies de hojas tomentosas (con vello) son más
eficaces para captar partículas de menor tamaño, las más perjudiciales para la
salud. Los árboles absorben y bloquean el ruido, de manera que reducen la contaminación
acústica
urbana.
Los árboles, además
de mejorar la calidad del aire, reducen la contaminación urbana
El Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala diversos estudios
que demuestran que la proximidad a los árboles puede reducir los casos de asma
infantil y las alergias. Los expertos también recuerdan sus efectos
psicológicos positivos, al suavizar los grises entornos urbanos y proporcionar
un carácter natural más agradable.
2.
Proporcionan un ahorro de energía: Las ciudades sufren el efecto "isla de calor",
por el que aumentan su temperatura varios grados. Como consecuencia, se
incrementa el uso de los sistemas de climatización y, con ello, un mayor gasto
energético. Los árboles evaporan agua, ofrecen sombra y regulan así la
temperatura de su entorno. El incremento de un 10% en la cubierta de las copas
de los árboles en las ciudades puede disminuir de 3 a 4°C en la temperatura
ambiente, según datos recopilados en Reino Unido y dados a conocer por el
PNUMA. En invierno también disminuyen el gasto de calefacción: hacen de muralla
contra el viento, que produce una sensación térmica de mayor frío.
3.
Revalorizan las viviendas y las ciudades: El portal TreeHugger calcula
que una vivienda con árboles cercanos o en su misma propiedad aumenta entre un
10% y un 23% su valor económico. El coste de plantar y mantener un árbol
durante tres años oscila entre 190 y 455 euros, pero ofrecerá unos beneficios
directos de unos 68.000 euros a lo largo de su vida, según dicha web. Las
ciudades con un mayor arbolado ofrecen un atractivo más para empresas y
turistas.
4.
Combaten el efecto invernadero de la atmósfera: Los árboles atrapan el dióxido
de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero con mayor impacto en el cambio climático. Algunos árboles tienen mayor
capacidad de absorción que otros, un dato importante a la hora de plantar
nuevos ejemplares con el objetivo de luchar contra el calentamiento global. Así
lo hacen la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla con el proyecto
"Bosques por
ciudades".
Sus responsables concluyen que árboles como el limonero, el naranjo amargo, el
quejigo y el laurel son los que mayor capacidad de secuestro del CO2 tienen.
Además, calculan que 2.000 árboles de este tipo pueden atrapar al año 160
toneladas de CO2. Varios municipios andaluces han asumido el proyecto.
5.
Aumentan la biodiversidad local: Los árboles ofrecen hogar y alimento para
numerosas especies animales y vegetales. La biodiversidad, y los beneficios que
ella ofrece, es mayor cuantos más árboles, arbustos y parques urbanos y periurbanos
posea la ciudad.
6.
Conservan la calidad del entorno: Los árboles producen materia orgánica en la
superficie del suelo con la caída de sus hojas, y sus raíces aumentan la
permeabilidad del terreno. La web Natura Medioambiental asegura
que gracias a ello los árboles reducen la corriente del agua de las tormentas, disminuyen
la erosión del suelo y la cantidad de sustancias químicas en los arroyos. Sin
árboles, las ciudades tendrían que aumentar el sistema de alcantarillas y
tratamiento de residuos, así como el drenaje para las aguas.
Plantar
más árboles, pero bien hecho
El aumento de la
superficie arbolada urbana se debería convertir en una prioridad tras leer este
artículo, pero hacerlo de cualquier manera supone diversos inconvenientes.
José Manuel Sánchez
de Lorenzo, experto en árboles ornamentales, afirma que en la
actualidad se plantan árboles en las ciudades "muy alegremente": sin
una debida planificación, sin preparar el suelo, sin una adecuada selección de
especies, etc. Como consecuencia, los árboles están débiles y enfermos, se caen
al estar mal anclados al suelo, dañan el mobiliario urbano y encarecen el
servicio de mantenimiento, etc. Por ello reclama los servicios de buenos
expertos, ya que una plantación mal realizada sale peor y más cara a la larga.
Los responsables de
la Asociación Apie sostienen que la elección de
especies debe adecuarse al clima y suelo y a las características del viario
urbano. Además, ofrecen una lista de especies recomendables en función del tipo
de calle para ofrecer la mejor sombra posible.