martes, 5 de agosto de 2014

¿AVES URBANAS: PERJUICIO O BENEFICIO?

Licda. Mirna Lissett Carranza Archila /CUNORI – USAC / http://www.infoambiental.org

 

Desde muy tempranas horas del día una fiesta de trinos acompaña los vaivenes de la vida en las ciudades; igual panorama se observa cuando bandadas de aves cruzan el crepuscular cielo de la tarde para refugiarse en los árboles de los parques, en cornisas de los edificios o en los campanarios de iglesias.  Últimamente, se ha observado un considerable aumento en las áreas urbanas comparadas con las que se encuentran en el campo, ya que el hábitat de muchas de ellas se encuentra deteriorado o amenazado.

Los lugares donde suelen anidar se han alterado debido a que se remueven arbustos o árboles para otro uso obligándolas a migrar.  Han encontrado en los parques el lugar confortable para anidar y conseguir alimento, precisamente esto último por los múltiples residuos que se suelen dejar regados por doquier.  Las aves que más se han visto en las áreas urbanas de nuestros pueblos  son los clarineros  y gorriones.

¿Por qué, se considera perjudicial su presencia?   En primera instancia algunas personas las consideran una plaga debido a que se reproducen abundantemente formando poblaciones grandes cuyas deposiciones afectan construcciones, vehículos, monumentos o pisos y alejan otras especies.  Para otros, resultará incómodo recibir una “gracia” en sus cabezas mientras descansan o charlan en alguna banca de estos espacios verdes.   Por otro lado, como estos animales se alimentan de basura pueden acarrear  enfermedades que nos afecten o afecten a otros animales.
¿Qué podemos hacer ante esta situación?  No se pueden tomar medidas drásticas como eliminar masivamente a los animales que han invadido nuestras áreas urbanas con métodos que posiblemente dañen a otros, sino tratar de controlar sus poblaciones reduciendo la basura en los parques y jardines o repoblando los bosques con especies nativas donde las aves puedan anidar y alimentarse naturalmente.

Estos animales juegan un papel importante y que también nos benefician a la diseminación de semillas, eliminación de insectos nocivos y sobre todo alegran el ambiente con sus trinos y hermosos colores.  En conclusión, nosotros mismos somos responsables en que las situaciones se vuelvan perjudiciales o beneficiosas porque dependen de nuestros actos el que se afecten los ciclos de comportamiento de las especies animales que conviven a nuestro derredor. 

Foto: Posadas.es / boyostasys.com

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