MARILYN ZELINSKY-SYARTO de homesessive.com
Nuestro dormitorio puede
parecer bonito, pero ¿en realidad puede ser peligroso para la salud?
Sophie Uliano, experta en ecología, nos enseña cómo tener un dormitorio saludable y dormir bien sin inhalar toxinas:
Sophie Uliano, experta en ecología, nos enseña cómo tener un dormitorio saludable y dormir bien sin inhalar toxinas:
Cuando se piensa en ecología
en el hogar lo asociamos directamente con ahorrar dinero en las facturas de
electricidad y agua en la cocina y baño – pero ¿las habitaciones? Claro que sí.
Ser verde también significa cuidar de los problemas de toxicidad en el hogar.
“La habitación no es un lugar de ignorar cuando se trata de decisiones con
conciencia ambiental”, dice la experta en ecología Sophie Uliano,
autora del libro y blog, Gorgeously Green.
“Después de todo, pasamos la mitad de nuestra vida con la cabeza enterrada en
la almohada.” Miremos cómo conseguir una noche placentera y saludable en
nuestro dormitorio.
1. Elimina ambientadores y
velas
No podemos estar seguros de
que los ambientadores naturales, no contienen compuestos químicos
perjudiciales. Si no podemos usar ambientadores, coloca bicarbonato y bórax en
una caja de zapatos de cartón con agujeros en la parte superior (la cinta de
cierre de caja de zapatos) y ubícala en un rincón del armario para deshacerse
del olor a humedad.
El mejor ambientador de aire,
además del aire fresco, es un aceite esencial puro. Rocía sobre el pijama y no
te olvides de rociar el cesto de la ropa de vez en cuando.
Incluso las velas que dicen
ser ecológicas, típicamente contiene aceites esenciales artificiales, dice
Uliano. Las velas de cera de abeja son alternativas saludables y económicas,
inclusive para aquellos que sufren de alergias y asma.
2. Invierte en ropa de cama
hecha de lana
Las inversiones de este tipo
más importantes para tu habitación – y tu hogar – son el colchón, la almohada y
el edredón, dice Uliano. La ropa de cama hecha de lana orgánica natural,
retarda las llamas, los ácaros del polvo y el moho.
3. Selecciona y lava las
sábanas sabiamente
Según muchos informes,
incluidos los de la Comisión de Energía de California y la EPA (Environmental
Protection Agency), el formaldehído es un carcinógeno conocido. No sólo se
encuentran en los muebles, también están en sábanas, colchas y cortinas. Si no
lavas las sábanas nuevas, vas durmiendo e inhalando formaldehído. ¿La mejor
apuesta? Franela y sábanas de algodón orgánico. Evita comprar ropa de cama
blanca, ya que para mantenerla blanca, tendrás que utilizar lejía o detergente
con fosfatos,” dice Sophie. “La próxima vez que vayas a comprar sábanas y
toallas, cómpralas de colores neutros para que no tengas que depender de
detergentes fuertes para mantenerlas en buen estado.”
4. Compra muebles antiguos de
madera
Este es un problema de salud,
no de decoración. Nunca compres nada hecho con partículas y cartón prensado, material
utilizado para la construcción de muebles de madera compuesta y gabinetes de la
cocina de bajo costo, los cuales podemos encontrar en los espaldares de algunas
sillas reclinables para dormir, escritorios y divisores de armarios. Este
material puede emitir formaldehído durante años. En cambio, opta por el ahorro
y por las tiendas de antigüedades, asegurándote de comprar muebles de madera
real y nada con acabados de plástico suave.
5. Limpia naturalmente
Las recetas para limpiadores
naturales pueden ser un poco engorrosas, pero Uliano las ha simplificado. Su
sugerencia: Lava las ventanas interiores con soda o agua carbonatada y un
trapo. Para limpiar las manchas de la alfombra de la habitación, usa el económico
bórax, respetuoso del medio ambiente. Su truco de limpieza favorita: Seca la
mancha, vierte un poco de agua helada sobre ella, espolvoréale encima el bórax,
pon un trapo húmedo sobre esta, masajea el trapo en la mancha, seca con un
trapo limpio y repite hasta que la mancha se haya ido. Uliano cree que no hay
necesidad de productos químicos de limpieza fuertes en la habitación.
¿Cuál es la línea de fondo? No te asustes si tienes velas aromáticas,
latas de ambientadores y nada hecho de lana en tu habitación, además de tu
abrigo de invierno. Realiza los cambios poco a poco, en sustitución de tu ropa
de cama y los muebles como sea necesario y limpia con las soluciones naturales
de inmediato, así podrás dormir y luego despertar en un hogar más saludable.
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