San José, Costa Rica, 25 de
abril, 2014 (IICA). Lluvias irregulares e inferiores a lo normal, una
canícula o veranillo prolongado y más intenso a mediados de año y el aumento de
la temperatura superficial del océano Pacífico y del aire serían algunos de los
efectos del fenómeno de El Niño en Centroamérica, a partir de julio de este
año, lo que hace necesario que los países de la región emprendan acciones de
prevención y mitigación.
Este es el llamado que hace la
Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC) a los
Ministros de Agricultura del área, con base en diagnósticos climáticos emitidos
por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por
sus siglas en inglés) y por la perspectiva climática presentada por el Foro del
Clima de América Central el pasado 9 y 10 de abril en Guatemala.
La SECAC, administrada por el
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), informó a
los ministros que condiciones propias de El Niño podrían presentarse a mediados
de este año, sobre todo en el litoral pacífico de la región, donde se anticipan
lluvias irregulares y por debajo de lo normal y una temporada seca más intensa
hacia finales del año e inicios del 2015.
Por esta razón, los países
centroamericanos deben estar atentos a las situaciones típicas asociadas con la
presencia de El Niño, de manera que puedan tomar acciones oportunas, con
particular atención a los productores y los territorios rurales más
vulnerables, como el corredor seco centroamericano, y a actividades como la
siembra de granos básicos y la ganadería.
Manuel Jiménez, especialista
del IICA, explicó que, de acuerdo con la NOAA y el Foro del Clima, aunque las
condiciones atmosféricas y oceánicas muestren ENSO-neutral (no Niño, no Niña),
sí reflejan una clara tendencia hacia el desarrollo de un nuevo episodio El
Niño a mediados del año en curso.
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