http://www.ecogaia.com - Mientras muchos
otros sectores de la economía se desploman, la agricultura ecológica resiste y
crece. No sólo no pierde puestos de trabajo, sino que los crea. En España
emplea a 29.925 trabajadores, mientras que el total de operadores (productores,
elaboradores, comercializadores) es de 28.000.
Son datos del
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), que
contabiliza la superficie dedicada e inscrita en la agricultura ecológica en
todo el estado español en 1.674.118,76 hectáreas. Las 3.038 empresas del sector
ecológico certificado incrementan su facturación un 11’7% anual frente a la
caída de los productos convencionales.
Según la Fundación
Biodiversidad y el OSE (Observatorio de la Sostenibilidad España) el empleo
verde en general en España genera 530.947 puestos de trabajo (Catalunya es la
comunidad autónoma que lidera el ránking con 93.660, seguida de Andalucía con
91.517 y Madrid con 62.494). El volumen de negocio es de 25.000 millones
de euros anuales y supone el 2,4% del PIB español. Por segmentos, la gestión y
tratamiento de residuos genera140.343 empleos; las energías renovables 109.368
puestos de trabajo; el tratamiento y la depuración de aguas residuales 58.264;
y la agricultura y ganadería biológicas 49.867 empleos.
Economia Sostenible, un futuro
para todos
Ángeles Parra,
directora de BioCultura, ha dicho que “hay otras formas de economía, pero hace
falta tener esa información que no aparece en los medios de comunicación
convencionales, porque a los poderes fácticos no les interesa una población
informada y con cultura. La Administración debería apoyar a los que son la
alternativa y no a los que nos están hundiendo. En cualquier caso, mucha gente
ya ha despertado y está empezando a apostar por otra forma de hacer las cosas,
por una eco-nomía más local, sostenible, ecológica, sana, limpia y justa. No
podemos pedirles nada a los políticos, no podemos esperar a que ellos cambien,
pues están al servicio de los que nos están hundiendo. La democracia real es,
hoy, una eco-nomía verde que surge desde abajo y que tiene sus propias reglas,
al margen del desastre que significa escuchar a los partidos políticos, a los
entes financieros y al Fondo Monetario internacional…”.