El cortejo y la elección de pareja en los pavos reales (Pavo cristatus) es muy compleja, asegura Roz Dakin, investigadora de la Universidad de Queen (Canadá), que acaba de publicar un estudio sobre estas aves en la revista Animal Behaviour. “Hay muchos factores que considerar, como el color de cuerpo, las plumas de las cabezas. Además los machos llaman a las hembras y se exhiben. Incluso escogen una posición estratégica frente a la luz del sol para que sus colores destaquen más”, explica.
En concreto, Dakin ha descubierto que el número de ocelos semejantes a ojos del plumaje de la cola de los pavos reales macho condiciona su éxito a la hora de conquistar a las hembras. Cuanto menos “ojos” exhibe un macho, más probable es que sea rechazado. Dakin sospecha que las hembras pueden atribuir la escasez de manchas a que el macho es aún demasiado joven, o a que tiene la cola pequeña, e incluso a que no goza de buena salud.
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